victo rosa e o alentejo



Durante unos años iba de vez en cuando a Alandroal en el Alto Alentejo (Portugal). Solía alojarme en Residencial Landroal. En su enlace pueden verse algunas imágenes. Allí, en el comedor había unas piedras que aprovechavan el relieve natural para describir las típicas casas alentejanas.  Chimenea alentejana, decoración con bandas en mostaza , siena o azul, banco de madera, teja cerámica... A veces varias casas con recintos amurallados. Poco a poco las fui viendo en diversos establecimientos de Alandroal. Cuando en el desayuno las contemplaba pensaba en la inteligencia de su ejecución. Su simplificación no excluía el detalle, los colores transparentes reflejaban luces y sombras alegres y claras, la ausencia de perspectiva común las hacía más próximas a la realidad. Eran elegantes y precisas y sobre todo describían un modo de construir en el Alentejo alejado de las imágenes tópicas que suelen aparecer en sus cerámicas. 

Un día mientras desayunaba caí en la cuenta de una preciosa imágen del pueblo, sin duda visualizado desde la muralla. Es esta

Victo Rosa. Alandroal.


La linea de horizonte había desaparecido y el conjunto de casas, centrada precisamente en Residencial Landroal, tenía una gran belleza. Un grado de simplificación elevado junto a un enorme nivel de detalle formando un todo consistente. Una huida sistemática de soluciones rutinarias y una búsqueda de tratamientos originales. Para los que conocíamos el paisaje nos evocaba el apelotonamiento de los pueblos alentejanos, las casas cuidadosamente mantenidas y decoradas. Esto me llevó a interesarme por su autor. Con respeto, me indicaron que se trataba del profesor Victo Rosa. 

Unos meses despues vi unos retratos suyos y entendí que Victo sintonizaba con lo que pintaba. No se trataba sólo de su enorme habilidad técnica sino de que establecía una corriente de simpatía y entendimiento con el motivo de la obra. Dicen que una obra por un lado muestra menos de lo que quiere el autor y por otro más. Y yo estoy muy de acuerdo. En lo obra de Victo se veía que no describía en los tipos populares mostrados aspecto negativo alguno. Sabía ver en ellos la dignidad profunda de las personas que conocen el medio en que viven.

En el Forum Cultural Transfronterizo de Alandroal tuve ocasión de ver una amplia muestra del trabajo reciente de Victo Rosa. Múltiples acuarelas mostraban retratos, paisajes, motivos sencillos.

Victo Rosa. Talhas I


Un ejemplo de la imagen que encabeza la exposición. Se trata de unos cántaros al sol en una esquina exterior en equilibrio con unos motivos vegetales lejanos. Por supuesto la fluidez en el manejo de la acuarela y la sensibilidad en el tratamiento de las tres texturas similares de primer plano, la calidez de luces y sombras son evidentes, pero observen la seguridad y la sobriedad de la descripción del motivo de segundo plano. Un conjunto de cántaros forman una textura de objetos en diversas posiciones en que solo algunas masas elementales con un tratamiento muy limitado de valores cromáticos próximos describen una realidad compleja fundiéndose con el fondo.

Victo Rosa. Na churrasqueira.


Otro ejemplo, un retrato de grupo en que el dueño de un restaurante local acompaña a las personas habituales del mismo. Los personajes de los lados representan formas ampliadas de algunos de los personajes centrales. Un presioso retrato de grupo en que el encargado de la exposición me comentaba: "Es que además para alguien de aquí los personajes se reconocen a la primera ojeada, tienen vida". Están ahí para siempre. 

En fin una exposición preciosa. Hasta donde sé Victo no ha nacido en Alandroal. Cuando volvía a Madrid iba pensando en lo que quería decir sobre él. Y me venía constantemente a la cabeza la letra del fado.

Cantarei até que a voz me doa
Pra cantar, cantar sempre meu fado
Como a ave que tão alto voa
E é livre de cantar em qualquer lado
Cantarei até que a voz me doa

(Cantaré hasta que me duela la voz/ para cantar cantar siempre mi fado/ como el ave que tan alto  vuela/ y es libre de cantar en quelquier lado/ cantaré hasta que me duela la voz)

Y no se porque me recordaba a Victo.